petróleo y los problemas se agudizan. Por ello, a finales de los setenta la empresa cierra la etapa de las grandes construcciones de petroleros e inicia el estudio de proyectos de diversificación y especialización en chemical (carriers y plataformas petrolíferas). Pero estos proyectos eran a largo plazo. Mientras, la infrautilización de las instalaciones (en 1979 el astillero trabajaba al 30% de su capacidad) agudizó la crítica situación de la empresa. En tal contexto se procedió, en 1979, a reducir acero (el capital para, inmediatamente, ampliarlo a 3.500 millones de pesetas aportados en su totalidad por el INI, que se convertía en único accionista.Así llega Astano a los años ochenta, período crucial para entender su actual situación porque fue cuando, al igual que el resto de los grandes astilleros del INI, inició su largo y complejo proceso de reconversión en medio de una durísima crisis. Los datos de empleo son elocuentes. Astano, que en 1982 empleaba a 5,854 operarios, en 1992 daba empleo a 2.017 y llega al año 2000 con un millar largo de trabajadores. Pero la reconversión no consistió únicamente en reducciones de plantilla. Había un contexto tremendamente hostil en el que, por ejemplo, el escenario contemplado en el Plan de Reconversión de los Grandes Astilleros Públicos de 1982 se consideraba "optimista" pocos meses después de su aprobación, en el que las pérdidas se incrementaban ejercicio tras ejercicio, en el que los armadores suspendían el pago de buques ya entregados y anulaban encargos ya en marcha... Astano, en el marco de los planes de reconversión del sector naval de 1984, inició una profunda reestructuración que lo llevará, por un lado, a centrase en tres líneas de actividad: el mercado de plataformas móviles (offshore), las reparaciones navales, y los desguaces (línea pronto abandonada por no rentable). y por otro, a organizarse en tres áreas independientes: Construcción Naval, Reparaciones, y Fabricación de Maquinaria y Construcciones Metálicas (ésta última acabará segregándose y dando lugar a Imenosa).Un proceso de reestructuración que ha tenido serias dificultades porque la apuesta por el mercado offshore se hizo en un contexto de contracción de la demanda (la cartera mundial de plataformas móviles de perforación se redujo drásticamente desde las 45 unidades de 1985 a las 11 de 1990). Sin embargo, puede afirmarse que la empresa ha tenido éxito, especialmente por lo que se refiere a las unidades FPSO (unidades de alta tecnología que unen a la extracción una gran capacidad de almacenamiento de crudo). El talón de Aquiles de esta especialización productiva se encuentra, en todo caso, en centrarse en un mercado limitado y tremendamente competitivo. En tal contexto Astano, que en pocos años entregó cinco grandes unidades -Petrojarl Foinaven (1996), Texaco Captain (1996), Discoverer Enterprise (1998), Discoverer Spirit (1999) y Discoverer Deep Seas (2000)- mantiene un permanente esfuerzo de mejora de la calidad y gestión que le permita seguir siendo competitivo a nivel mundial en la búsqueda de nueva carga de trabajo para su plantilla.La historia reciente de Astano se ha visto salpicada por los problemas para controlar el desplazamiento de sus enormes artefactos flotantes de perforación y almacenamiento de crudo. Tras el precedente del hundimiento de un remolcador al ser botado el PT5, sin consecuencias importantes, el Discoverer Enterprise alteró la vida de Ferrolterra cuando, en la madrugada del 13 de enero de 1998, empujado por fuertes vientos, rompió amarras en el astillero y se fue contra el puente de As Pías, que quedó destruido. La noticia dio la vuelta al mundo. El enlace entre los dos lados de la ría, verdadero cordón umbilical de la comarca, fue reconstruido en un tiempo récord de dos meses, periodo durante el que la población hubo de recurrir a rutas alternativas. Pero los incidentes no acabaron ahí. El 22 de julio de 1999 un artefacto gemelo, el Discoverer Spirit, también fue empujado por el viento y embarrancó en la costa de Mugardos. Esta vez la subida de la marea y la fuerza de diez remolcadores hicieron posible recuperar el control de la embarcación cinco horas más tarde.El Gobierno dio un paso decisivo en julio del 2000 al autorizar la fusión del grupo público Astilleros Españoles (AESA), al que pertenece Astano, con la Empresa Nacional Bazán, dedicada a la construcción naval militar, para formar el décimo mayor grupo mundial del sector. La nueva empresa, que quedaría en poder de la Sociedad Estatal de Participaciones h1dustriales (SEPI) , se llamaría Empresa Nacional Bazán de Construcción Naval y tendría su sede en Madrid, pero su creación está condicionada a que la Comisión Europea dé su visto bueno. Astano pasaría a llamarse Bazán Fene y sus 1.150 empleados, unidos a los 2.600 de Bazán en Ferrol, darían lugar a un gigante empresarial en la ría de Ferrol con más de 4.000 trabajadores
(fotos de su evolución)
1 comentarios:
Parece que pasan los años, y alguna entidad finaciera sigue igual: http://elsucu.wordpress.com/
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